Ursula Macfarlane dirige Untouchable (Intocable), documental basado en el controvertido caso de abusos sexuales y violaciones perpetrados por el productor de cine Harvey Weinstein. La realizadora tiene una gran carrera profesional como documentarista con títulos como "Charlie Hebdo: 3 Days That Shook Paris", "Beethoven", "The Real Yoko Ono" o "James Rhodes: Piano Man". El documental cuenta con la participación de Rosanna Arquette, Paz de la Huerta, Erika Rosenbaum o Ronan Farrow, entre otros. Estreno en cines el 6 de septiembre en España.
Ficha Técnica
Título: Untouchable (Intocable) Título original: Untouchable
Reparto: Rosanna Arquette Paz de la Huerta Caitlin Dulany Erika Rosenbaum Hope Exiner D'Amore
Año: 2019 Duración: 98 min País: Estados Unidos Director: Ursula Macfarlane Fotografía: Patrick Smith, Neil Harvey & Amza Moglan Música: Anne Nikitin Género: Documental Distribuidora: Vértice Cine
El nacimiento del poder
Para hablar de Untouchable (Intocable) hay que mencionar que se divide en dos universos que convergen drásticamente y con un hilo marcado por el dolor. El primer mundo que afronta Ursula Macfarlane es el ascenso al éxito de un joven, aparentemente, sin futuro de Queens. El relato se estructura en una línea temporal progresiva, dejando al espectador de una forma clara cómo se produjo el endiosamiento de Harvey Weinstein y su sometimiento del Olimpo de Hollywood. Durante la narración del duro trabajo en el cine de los hermanos Weinstein y su creación de Miramax se dan muchos datos sobre el éxito y el esfuerzo, unido al riesgo que convirtió a los hermanos productores en un referente en la industria cinematográfica. El documental plantea de esta forma la vertiente de hacer un análisis de situación, tanto a nivel personal, profesional como público de su figura.
No hay una intención de hacer brillar su persona dentro de una visión técnica para luego, destrozarla con el otro mundo del que se habla, sino que abre el debate al espectador de la hipocresía del éxito y la brillantez profesional. Destapa la corrupción del poder en las personas y no únicamente en la figura de Harvey, sino de aquellos que formaron parte de su vida y prefirieron apartar la vista. En este prisma, se hace un balance de la carrera artística de Weinstein, que sin duda, a nivel empresarial fue un todoterreno. Lo que provoca en el público es una bajada de los cielos hollywoodienses para afrontar la cruda realidad del showbusiness. Ha faltado más garra y efecto en esta humanización del “genio cinematográfico” y la desmitificación de los grandes productores del séptimo arte. No se aventura a llegar a las entrañas.
La oscuridad abusiva
El segundo mundo de Untouchable (Intocable) es el que crea un efecto más personal y capta a los espectadores. El desgarro emocional que se muestra con las declaraciones de las víctimas de Harvey Weinstein se realiza de una forma directa, sin aditivos, sin adornos. La participación y explicación del proceso de la creación del movimiento #MeToo da una humanidad al documental, que hace que se convierta en lo mejor de la película. Es tan necesario abordar los abusos sexuales desde perspectivas personales, sin generalizar. No hay morbo hacia el dolor, sino la intención de contar la verdad. Las palabras pronunciadas por varias de las actrices que sufrieron estos terribles sucesos se quedan en la mente del público varios días después de su visionado. Un escalofrío de impotencia inevitable en el que la empatía es uno de los factores de conexión con estas mujeres.
Uno de los puntos más fuertes es ofrecer una visión de cómo Harvey Weinstein es culpable, pero también los cómplices silenciosos. El miedo, el chantaje, la fama y el poder se mezclan en estos relatos, dando una lección sobre el gran problema social que hay. Hubiera sido un acierto poder utilizar un registro gráfico con mayor impacto visual con respecto al material narrativo que hay, pero se realizan unas recreaciones vagas que no terminan de estar a la altura de lo que se está hablando en pantalla. No es buscar el dramatismo, pero sí dar una mayor veracidad con material que fue censurado por el poder de Weinstein entonces, pero que no se consigue ver en pantalla ahora. Por lo cual, a excepción de las declaraciones, el documental no aporta información nueva al controvertido caso que ha llenado miles de páginas alrededor del mundo.
La reflexión compleja
El problema que muestra Untouchable (Intocable) es la falta de una estructura técnica más elaborada, más profunda y con una falta de entraña. Se queda en un plano muy superficial, en el que tan sólo consigue hacer reflexionar a los espectadores con las desgarradoras declaraciones de sus protagonistas. La creación de contenido, sobre todo en las recreaciones, funciona la primera vez que se utilizan, pero su efecto se pierde cuando se convierte en recurso reiterado. Ver los lugares claves del caso es curioso, pero puede servir de introducción y no como elemento principal. No se puede negar que la figura de representación de Weinstein durante el documental, con su presencia simbólica en un coche imponente, no está muy conseguido. Falta un mayor atractivo visual. Cumple su función técnica, no apuesta por más.
El archivo fotográfico muestra algunos de los nombres que más sorprendieron a la opinión pública como Gwyneth Paltrow o Angelina Jolie, las cuáles denunciaron el comportamiento abusivo de Weinstein. Da notoriedad y fuerza al discurso que se plantea, pero hay que reconocer que sin duda, las fotos de archivo terminan siendo un comprimido que pasa factura. La condensación de imágenes termina pudiendo distraer al espectador. Sin embargo, sí gana fuerza cuándo se explica el porqué del comportamiento público de ciertas actrices, los rumores a voces y referencias de ello en la cultura popular. Puede funcionar para parte del público que no haya leído o se haya informado sobre el movimiento #MeToo, pero sin duda, para aquellos que sí saben de ello, no habrá una gran sorpresa a nivel de información. Un retrato periodístico que podría haber esclarecido más luces sobre la cuestión.
Conclusión
Untouchable (Intocable) es un documental correcto, que no arriesga más allá de lo que ya se sabe. Juega sobreseguro en su producción, pero sí sobresale con las dolorosas declaraciones de las víctimas. El factor humano de la película es lo que consigue que obtenga un resultado notable. Hubiera sido todo un acierto no quedarse en un plano superficial y profundizar desde una visión más íntima, veraz... desde las entrañas. Pese a ello, abre el debate a la corrupción del poder de los tiranos y sus cómplices silenciosos. Técnicamente no ofrece ninguna novedad y se realiza una reconstrucción vaga, que no termina de estar a la altura del contenido del largometraje. Un homenaje comedido que pierde la oportunidad de convertirse en un gran documental.
Artículo publicado originalmente en Cinemagavia. Puedes leerlo aquí.