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  • Foto del escritorDiego Da Costa

'Cómo entrenar a tu dragón 3': Canto a la madurez y a la amistad

Dean DeBlois cierra la famosa trilogía de 'Cómo entrenar a tu dragón' con su tercera entrega: Cómo entrenar a tu dragón 3. Ha sido una de las películas más esperadas del año y una de las sagas más rentables de Dreamworks de los últimos años. DeBlois es conocido también por ser el director de 'Lilo & Stich'. Melendi ha sido el encargado de poner la banda sonora al film en su versión española y de dar voz a Grimmel.  Estreno el 22 de febrero en España.



Ficha Técnica

Título: Cómo entrenar a tu dragón 3 Título original: How To Train Your Dragon: The Hidden World


Reparto: Jay Baruchel (Hipo) America Ferrera (Astrid) F. Murray Abraham (Grimmel) Cate Blanchett (Valka) Gerard Butler (Stoick)


Año: 2019 Duración: 104 min País: Estados Unidos Director: Dean DeBlois Guion: Dean DeBlois Fotografía: Gil Zimmerman Música: John Powell Género: Animación Distribuidora: Universal Pictures



No hay dos sin tres

Cómo  entrenar a tu dragón 3 ha sido el punto y final a una de las sagas de Dreamworks mejor valoradas por el público. Este tercer episodio se muestra como el culmen a todas las aventuras vividas por Desdentao y su fiel amigo, Hipo. Hay que mencionar que la transición y madurez de los personajes se realiza de una forma paulatina y con coherencia, lo que permite que el espectador tenga la sensación de haber sido partícipe activo de la acción. Esta es la razón por la que esta saga ha conseguido culminar de una manera positiva, porque ha sabido encauzar hacia una forma más personal y que invita a ver la historia como si estuviéramos hablando de un viejo conocido.


Es complicado que una secuela pueda estar a la altura de sus antecesoras, pero este film lo consigue. Aunque pueden que se varíen la colocación de favoritismo entre unas y otras, ninguna decae ni baja su calidad estrepitosamente. El guion ha sabido hacer un homenaje al recorrido de los personajes que hay y los que ya no están. Aunque parece tarea fácil, se puede recordar perfectamente el ejemplo de la saga de ‘Shrek’ que después de las dos primeras películas no consiguió remontar. Aunque mantiene el humor socarrón de los dos primeros filmes, es verdad que en ciertos momentos, se abusa de ello y no termina de convencer del todo al espectador en alguna ocasión. Sin embargo, es el precio del carácter familiar de este tipo de producciones.



Aire familiar

La construcción de los personajes vuelve a llevar al espectador a una reflexión sobre algunos temas de gran profundidad como la libertad, el amor, la confianza en uno mismo, el paso del tiempo y sin duda, el tema principal: la amistad. Aunque en algunos casos se hace de una manera más sencilla, en otros no se masca y deja al espectador que piense sobre estos temas desde la parte emocional, desde el sentimiento. Lo que consigue a través de estas vivencias es una conexión empática, que crea realismo dentro de un mundo inverosímil. Cómo entrenar a tu dragón 3 es un ejemplo de cómo se puede hablar de temas más profundos, sin caer en una animación más adulta. La construcción de los personajes ha ido avanzando con buen ritmo que culmina en esta tercera película, pero sigue con esa inocencia burlesca que gusta.


Uno de los pequeños inconvenientes que presenta el film es que en cierto momento da una sensación de estancamiento durante el desarrollo del conflicto. No termina de arrancar de una forma natural aunque luego resuelve muy bien este pequeño contratiempo. Durante este momento, en el cual se presenta al villano, hay un planteamiento que se queda algo disperso, pero que más tarde sabe direccionarlo. Aunque a primera vista puede parecer el villano algo flojo, después se descubre que su participación es tan sólo un vehículo para llegar al verdadero conflicto que son los intereses personales y cómo se transforman las relaciones personales. A través de Grimmel, se va introduciendo al público dentro del conflicto personal de Hipo en el que no hay un maniqueísmo declarado como sí lo puede haber en algunos personajes. Los sentimientos van más allá de lo bueno y de lo malo.



Emoción lacrimógena

La parte más emotiva de Cómo entrenar a tu dragón 3 es la culminación con el que se cierra la aventura de los protagonistas. Lo que en un primer momento parece un conflicto interno personal, termina por ser un canto a la dificultad de afrontar los cambios vitales en la extraña curva de la vida. Acompañado de un buen montaje, sorprende al espectador y no viene todo mascado. Hay unos buenos giros en los acontecimientos que provocan que en la escena más emotiva del film sea inevitable no terminar convirtiéndose en una sesión lacrimógena de sentimientos. Lo más importante a destacar de este aspecto, es que no se hace desde una forma tramposa y buscando la lágrima fácil, sino que va preparando al espectador pero lo cierra con una sorpresa final que merece la pena.


El epílogo de la historia es un perfecto encaje y sin duda, un regalo para los fans del film. Desde hace ya un tiempo se barajaba cómo sería el desenlace de la saga y la realidad es que lo deja con un misticismo y a la vez un costumbrismo que consiguen un encaje muy bien desarrollado. Por último, comentar algunos aspectos más técnicos como son el desarrollo artístico que sigue en la dirección de sus antecesoras, pero lo mejora con la creación de espacios muy creativos y con detalles muy cuidados. La música se deja como un hilo musical de acompañamiento que sabe subir el tono en los momentos de máxima tensión, ya sea por el suspense como por la carga dramática, por lo que se convierte en un buen acompañamiento, pero que no brilla como elemento sólido principal.



Conclusión

Cómo entrenar a tu dragón 3 es una oda a la historia de Desdentao e Hipo, el clímax para los fans que llevan años siguiendo esta aventura y se realiza desde el sentimiento y con un mensaje muy maduro. Un cuento adulto que no deja esa vena infantil, que aunque a veces chirría, es una buena combinación. Una construcción de los personajes y de la trama que plantea problemas profundos y que dan mayor calidad a la obra. Un ejemplo de un buen cierre y que demuestra que segundas o, en este caso, terceras partes no siempre son malas. Inevitable no emocionarse, un mensaje muy bien realizado desde la emoción.

Artículo publicado originalmente en Cinemagavia. Puedes leerlo aquí.

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