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  • Foto del escritorDiego Da Costa

Antonio Gómiz: "La vida del actor es una incertidumbre"

Actualizado: 10 oct 2019

Entrevista a Antonio Gómiz, Carabante en 'La Peste', la serie de Movistar+ de Alberto Rodríguez y Rafael Cobos y reconocido actor en teatro con una carrera de más de 20 años.

El 2018 llega con el estreno de 'La peste', una de las producciones de Movistar+ más esperadas. ¿Cómo ha sido trabajar en un proyecto de este calibre?

Ha sido como un regalo, ya que empezamos con el estreno de 'La Peste' después de Reyes, pues sí. Fueron seis meses de trabajo en los que estuve viniendo de Sevilla a Madrid, de Sevilla a Almería, dependiendo de donde tenía que volver. Y realmente es grato trabajar con todo el equipazo que tiene Atípica Films, Alberto Rodríguez...

¿Cómo ha sido reencontrarte con Alberto Rodríguez tras trabajar con el en 'Grupo 7'?

Ha sido una alegría el volver a reencontrarme con tanta gente de su equipo, que ya había estado en 'Grupo 7'. Es tan buena persona Alberto, es un tío encantador y te da alegría verlo, aunque pase el tiempo y saber que además sigue contando contigo. Hice casting también para Carabante y al final al mes y pico me llamaron para decirme que había conseguido el papel.

Hemos leído que, entre otras cosas, has tenido que aprender a montar en caballo, ¿cómo ha sido esa preparación física para meterte en tu personaje?

Yo no sabía montar en caballo, de hecho, en el casting nadie me preguntó si sabía. Luego me dijeron que tenía que hacerlo y ellos me pusieron un profesor. Yo venía a Sevilla con el AVE, me iba a una finca en Utrera, cogía lecciones de montar a caballo y luego me iba a Madrid, donde estaba haciendo teatro.

Rafael Cobos comentó en una entrevista que 'La Peste' es una serie donde los secundarios son igual de importantes que los protagonistas, ¿crees que el público ya está empezando a valorar esta labor actoral de personajes no principales?

Seguramente, estoy de acuerdo. Hay un nivelazo, un elenco de secundarios... Lo digo por mis compañeros (risas). Tenemos a Paco Tous, a Nya de la Rubia, a Jesús Carroza... Un repartazo de secundarios muy grande.

En 'La peste' destaca que se ambienta en la Sevilla del siglo XVI, una época que no había sido muy tratada en ficción, ¿cómo ha sido para ti transportarse a esa Sevilla?

A mi me resultó muy fácil por el equipo de arte, era un trabajo tan brutal que parecía que estabas totalmente inmerso en el siglo XVI. Casi todas las localizaciones son reales, alguna en exterior u otra interior, pero eran decorados reales. Había partes que eran creación de arte, claro, pero eran espacios abiertos, naturales...

¿Por qué crees que ha llamado tanto la atención 'La Peste'? Se ha convertido en una de las series más esperadas de Movistar+...

Por Alberto Rodríguez, grandísimo director, es uno de los mejores que hay. Movistar+, la inversión que ha hecho ha sido bastante fuerte. El tema histórico, probablemente, el tema de la peste sí que es cierto que no se ha tratado, se han podido tratar otros temas históricos... Además de concentrarlo en Sevilla.


Alberto Rodríguez es reconocido en la industria cinematográfica y esta es su primera serie, como tal. Cada vez son más directores de cine que se atreven a pasarse a la pequeña pantalla ¿cómo ves que la línea separatista entre televisión y cine cada vez es más difusa?

A mi eso me parece muy bien. Otra cosa es que ellos quieran seguir haciendo televisión, después de haber tenido esa experiencia televisiva. Es muy diferente. Aunque aquí se ha intentado seguir la reglas de un lenguaje cinematográfico y del tiempo de rodaje más cinematográfico que televisivo, aunque sin los agobios de hacer 10, 15 secuencias al día., con más tiempo y más relax.

La llegada de plataformas como Netflix, Movistar+, HBO... están pisando fuerte, ¿crees que en algún momento pueden llegar a comerse la televisión convencional?

Bueno, ahora es pronto para decir eso, pero tiene toda la pinta. Dependiendo de la calidad de las series que salgan y están saliendo con muchísima calidad con las plataformas de nueva creación. También es cierto que siguen saliendo series muy buenas en la televisión convencional, entonces, puede ser que la tendencia en el futuro sean las nuevas plataformas pero digamos, que la televisión convencional no perdería todo. Puede que haya un intermedio entre ambas. Es un entramado del mundo de los negocios en el que me pierdo un poco. Han llegado pisando fuertes y con ganas de seguir, viendo los resultados que están teniendo, es normal que sigan.

Como actor, ¿es el mismo nivel de exigencia en una plataforma que en la televisión convencional?

Yo como actor intento ponerme el mismo nivel de exigencia en cualquier trabajo que haga, basado en mi humildad y honestidad a la hora de crear un personaje. Me da igual trabajar para una gran plataforma como para otros medios, siempre procuro que esa profesionalidad y ese mismo nivel de exigencia esté. Eso también depende de cada uno.

¿Cómo compatibilizas tus proyectos en cine, televisión con el teatro y tienes que estar de aquí para allá?

Te vuelves un poco loco, es cierto. Además de cambiar de look, barba, bigote... A mí me gusta lo de meterme en varios personajes, aunque sí es cierto que a veces puedes estar algo desubicado. A parte, yo tengo mi familia en Almería, entonces suelo estar entre Madrid, Almería o cualquier sitio.

¿Es difícil compaginar esa vida privada que tienes en tu ciudad natal con tu vida laboral?

Ojalá estuviésemos todos los años con una continuidad laboral, pero siempre hay parones, siempre pasa en esta profesión y hay que asumirlo. La vida familiar es complicada, de hecho, aunque me llevó muy bien con mi ex mujer, ya es mi ex mujer. A veces pasa que te llaman para hacer más trabajos y no puedes porque ya tienes que hacer otra cosa y cuando no estás trabajando, no te llama nadie. Es jodido.


Te hemos visto también bastante en teatro y hay una afirmación de algunos actores que dicen que para consagrarse en la profesión, se debe trabajar sobre las tablas. ¿Compartes esta opinión?

Sí, para mi sí. Cada uno es como es, cada uno tiene su técnica y su historia. Yo disfruto mucho trabajando en teatro y teniendo el contacto a diario con el público. Es algo que después de dos meses, al día siguiente de esos dos meses, te quedas sin eso de repente y te falta una parte del alma.

Hay más riesgo en el teatro, en cine y televisión se puede parar una toma si te equivocas, pero en teatro hay que saber resolverlo. ¿Qué haces tú cuando te equivocas?

Normalmente sigues, cuando tú te equivocas o se equivoca el compañero, lo importante es que el público no se dé cuenta. Normalmente se improvisa, hasta a lo mejor volver al cauce de dónde iba el texto.

Muchas veces los actores son más críticos que el propio público, ¿por qué crees que se produce esto: por exigencia propia o presión del público?

No lo sé, creo que ciertamente es algo que va con nosotros. Yo soy muy crítico cuando me veo también. De hecho me sorprendo a veces, “esto está bien”. Suelo ser bastante crítico, tú te ves de una forma y el público te ve de otra.

En el mundo actual, hay veces que hay una imagen de los actores unida al Olimpo del ser famoso, ¿cómo es la labor de ser actor, todo ese trabajo que hay detrás y muchas veces no se ve?

Precisamente nada que ver con ser famoso, muchas horas de trabajo, mucho comerte trabajos que no quieres hacer pero tienes que vivir, aunque sea poquito pero necesitas ganar pasta. Y si tienes hijos más todavía. Comerte largas colas de casting, sobre todo en los de publi, para anuncios. Siempre tocar las puertas, siempre intentar estar renovando tu material y que no se olviden de ti, para que puedas seguir trabajando. La vida del actor al final es una incertidumbre.

De joven tuviste una carrera como futbolista potencial, ¿qué le dirías a aquel joven con la experiencia de vida que tienes ahora, centrada en la interpretación?

Le daría las gracias a ese chico que quería ser futbolista porque tengo muy buenos amigos de aquella época. Decirle que estoy feliz de haber tomado la decisión de enfocar mi vida por el tema actoral, que no me disgustaba tampoco ser futbolista pero me gusta mucho la interpretación.


La palabra éxito puede tener muchas acepciones, ¿para ti qué significa?

Vivir de mi trabajo, de mi profesión y cuando salga al escenario, salgas feliz y se te olvide el tiempo, el mundo cuando estás ahí.

Giovanni Mongiano, en una ocasión, interpretó todo su monólogo pese a tener el teatro vacío, ¿vuestra pasión por vuestro trabajo hace que seáis vosotros mismo vuestro propio espectador y lo deis todo?

Sí, de hecho, en alguna función que he hecho en algunos pueblos de la Comunidad de Madrid, habré tenido dos o tres o cuatro espectadores y hemos hecho la función. Lo que hizo este hombre fue magistral, me hubiera encantado verlo.

El teatro en los últimos años ha vuelto a ponerse en alza. Algunos fenómenos de ficción provienen de textos teatrales como fue el caso de 'La llamada', ¿por qué crees que se ha producido?

El teatro tiene una eterna lucha, siempre se va a oír: “el teatro está muerto” y de repente revive y revive. Yo creo que el público y el teatro forman parte de la misma marea, de repente hay bajonazos de público, aunque la última tendencia es que no y de repente la gente vuelve.

Se ha puesto de moda también los teatros alternativos basados en grandes clásicos, ¿estás viviendo una época en la que se están modernizando las obras clásicas?

Sí, totalmente. Vi un grupo que se llamaba La Calderona, era una obra de contextos clásicos, en versión rap.

Has trabajado con actores muy reconocidos en la industria y en las tablas, ¿cómo es trabajar de grandes estrellas?

Pues depende, cada uno tiene su personalidad, sus propias manías... Pero en líneas generales, mi experiencia ha sido bastante buena, con la gran mayoría de ellos. Por ejemplo, ahora estoy con Rossy de Palma en 'El cantor de México' y es una bendición, un cariño, un cielo de mujer, de compañera. Aprendes cada día de ellos, de grandes figuras.

Vivimos en una época en la que ya no se está silenciado a la gente para hablar de temas tan escabrosos como el acoso, como ha ocurrido con el caso Harvey Weinstein en Hollywood. ¿Es el comienzo de una era en la que va a haber una imagen más transparente a nivel mundial en las industrias artísticas?

Debería ser así, debería ser el comienzo de una revolución en ese sentido, sobre todo porque ha habido abusos y eso no debería seguir permitiéndose. Espero que sí, que haya menos silencio y más transparencia, menos mordaza a la hora de trabajar.


¿Alguna vez han intentado aconsejarte de no decir cierta opinión o advertirte sobre ciertas cosas que debes o no comentar? ¿Cómo vives esto, dado que al final es una opinión tuya propia?

Puede ser que en algún momento sí me haya pasado, ahora no recuerdo pero puede ser que en algún momento. O esto que te dicen: “Sí, sí puedes decirlo”, pero sabes en el fondo que te están diciendo: “Atente a las consecuencias, porque la vas a cagar chaval”. No es una situación agradable para nadie, evidentemente, ese “sí, pero no”, no es agradable para nadie. Depende del público que tengas ese día.

Hablando sobre el público, hay veces que la gente coge una declaración y se va deformando hasta que parece otra, ¿no tenéis cierta libertad por el riesgo de cambiar el significado de vuestras declaraciones?

Sí, ahí está la libertad de cada uno para hablar o para no hacerlo. Creo que existe la misma libertad para el que la expresa como para el que no la expresa. Ahí cada uno que decida, lo que crea más conveniente para él, para su futuro...

Te vamos a ver próximamente en los Teatros del Canal con 'El pintor', interpretando a Renoir. ¿Cómo es coger un personaje reconocido y aprender a convertirte en él?

Es un proceso de mucha observación, de entrenamiento y asimilación de cómo es tu cuerpo, por ejemplo, con una paleta en la mano, el pincel... Cómo miraría un señor de cierta edad a la hora de pintar ese cuadro, siendo Renoir, encima.

¿Hay presión al ser un personaje reconocido?

No, es una aparición pequeña. La presión existe en el sentido del compromiso como actor, pero luego se disfruta mucho también.

¿Vamos a verte en más proyectos?

Tengo también 'El cantor de México' en Oviedo con Rossy de Palma, iremos al Campoamor y el 18 de febrero acabo y en principio no sabemos nada. No sé si estaré en la segunda temporada de 'La peste', que han confirmado que hay segunda temporada, pero no lo sé. Es una incertidumbre.


Podemos ver Antonio Gómiz en 'La Peste' a partir del 12 de enero en Movistar+ y en 'El Pintor' a partir del 8 de febrero en Teatros del Canal.


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